Efectos que provoca en nuestro cuerpo un cambio inesperado

¿Te has preguntado alguna vez qué ocurre en tu cuerpo cuando te enfrentas a un cambio inesperado?

¡Imagínate esto! Estás pasando por momentos de cambios, situaciones que se escapan de tu control y de repente tu vida da un giro y empiezas a experimentar dolores físicos y ya todo es distinto. Es como si una ola de reacciones recorriera tu ser. 

Pero, ¿realmente puede este impacto reflejarse en nuestro cuerpo?

Señales físicas de adaptación

Nuestro cuerpo se adapta con mucha facilidad, pero cuando nos enfrentamos a cambios repentinos podemos sufrir trastornos conocidos como:

  • Ansiedad debido a tener que adaptarse de forma rápida a una situación.
  • Cambios en el estado de ánimo, tristeza, enojo, irritabilidad, rechazo o abandono.
  • A nivel físico puede manifestarse como dolores de cabeza, tensión muscular, problemas digestivos, insomnio. El sistema nervioso autónomo encargado de regular nuestras respuestas involuntarias se ve afectado, haciendo que aumente la actividad del sistema simpático, que da la respuesta de lucha o huida y disminuyendo el sistema parasimpático, responsable de la regulación y restauración.

Impacto en la salud a largo plazo

Si esta situación persiste sin control, puede convertirse en un estado crónico, debilitando el sistema inmunológico y predisponiéndonos en enfermedades infecciosas. 

Además, nuestra capacidad cognitiva también puede verse afectada, con olvidos frecuentes, resultado de la influencia en los niveles neurotransmisores como la serotonina, la dopamina, que impactan directamente en nuestro estado de ánimo y motivacional.

Como consecuencia de estos cambios, es común experimentar aislamiento social, consumo excesivo de alimentos y conductas poco saludables, sin apenas darnos cuenta.

Capacidad de adaptación y herramientas de conexión

A pesar de esto, el cuerpo humano posee una notable capacidad para adaptarse y equilibrarse ante cualquier situación. La neuroplasticidad nos permite generar nuevas conexiones neuronales, permitiéndonos ajustarnos a la nueva realidad. 

Sin embargo, ¿cómo lograr este proceso de adaptación de manera efectiva?

2.2.Nadar

Practicar actividad física hará que tu cerebro rejuvenezca recuperando nuevas conexiones que se habían perdido, haciendo que este sea menos rígido. Actividades que requieran de coordinación y pensamiento como nadar, montar en bicicleta, caminar de forma rápida, bailar.

El aprendizaje y la adquisición de nuevas habilidades estimula la formación de nuevas conexiones neuronales o fortalecen las ya existentes, mediante el ejercicio mental, como puede ser resolver acertijos o actividades desafiantes, aprender un idioma, tocar un instrumento.

El apoyo social desempeña un papel valioso en nuestra capacidad para manejar cambios inesperados. Contar con una red de apoyo, ya sean amigos, familiares o profesionales, nos brinda un entorno donde podemos compartir nuestras preocupaciones, obtener diferentes perspectivas y recibir el aliento necesario para superar situaciones difíciles.

Una alimentación con hábitos saludables que contengan una dieta equilibrada, rica en nutrientes como ácidos grasos omega-3, antioxidantes y otros nutrientes beneficiosos, puede promover la salud neuronal y la formación de nuevas conexiones.

Un sueño adecuado juega un papel crucial en la consolidación de la memoria y en la plasticidad neuronal. Durante el sueño, se refuerzan las conexiones sinápticas importantes para el aprendizaje y la memoria. 

Trata de seguir unos hábitos de sueño, por ejemplo, desconecta de las tecnologías una hora antes, pon luz tenue, escribe y agradece sacando lo mejor del día, lee algo que te apasione de forma controlada, pon música relajante y crea tu momento mágico para ir a descansar. 

2.3_Dormir

Practicar ejercicios de respiración justo en este momento será otro de los factores importantes que te pueden ayudar tanto en tu descanso como para tu mente.

No sé si has oído hablar de la técnica 478, te explico cómo realizarla. Consiste en inhalar durante 4 segundos, a continuación, mantener la respiración durante 7 segundos y exhalar en 8 segundos. Con esta técnica calmarás tu ansiedad y te inducirá al sueño. Te recomiendo que, si al principio no puedes realizarla con exactitud, que la adaptes según tus tiempos, con la práctica podrás conseguirlo. 

Recuerda que ese es tu momento importante para cargar la batería de tu cuerpo.

¿Estás listo para dar el paso hacia una versión más fuerte de ti mismo?

Estas estrategias integradas en la vida diaria, aprovechan la neuroplasticidad del cerebro y facilitan la adaptación a nuevas situaciones o realidades. Conocer cómo funciona tu cuerpo y gestionar tus emociones te ayuda a evitar malestares que con el tiempo pueden convertirse en enfermedades.

¡Toma la decisión antes de que tu salud se vea comprometida!

Ir al contenido